Creación de la comandancia de Barinas (febrero de 1786)
Rubén Alexis Hernández
Se
cumple este mes de febrero otro aniversario de la creación, por orden de la
Corona española, de la comandancia de
Barinas, entidad político-territorial-administrativa que en alguna medida
significó el origen de lo que en nuestros días es el estado homónimo. En el presente escrito se cita en parte la real cédula que dispone la erección de tal entidad, expedida el 15 de febrero
de 1786. Antes es importante realizar algunos comentarios sobre la pertenencia
primigenia de Barinas a Mérida y a Maracaibo, y el contexto en el que fue
creada la comandancia señalada.
Parte
de los llanos barineses comenzó a ser explorada por los españoles en las
primeras décadas del siglo XVI, en el marco del reconocimiento territorial
requerido para un efectivo poblamiento;
pero no fue sino hasta finales de dicho siglo, y comienzos del XVII,
cuando el Gobierno merideño autorizó a vecinos de Mérida la incursión con
carácter fundacional, específicamente en el piedemonte andino-llanero, cuya
consecuencia más importante fue el surgimiento de centros poblados como Barinas
y Pedraza. De manera que este territorio formará parte de la jurisdicción del
corregimiento de Mérida y La Grita en primer lugar, luego de la provincia de Mérida y por
último de la provincia de Mérida de Maracaibo.
A
mediano plazo los vecinos merideños ya sacaban provecho de las ventajas
geográficas de Barinas para el desarrollo agropecuario, y gracias al trabajo esclavo
llegó a tener una enorme importancia el cultivo del tabaco, cuyo producto era
considerado de tal calidad, que se le
exportaba a otras partes del continente americano y a Europa. Por otra parte la cría de ganado
vacuno también alcanzó una magnitud relevante, y es así como surgieron los
hatos, con centenares y miles de reses. Indudablemente la amplia extensión de
las llanuras, posibilitó la abundante presencia de ganado.
Para
la casi totalidad del comercio de Barinas, los arrieros se desplazaban por
rutas transversales en la Sierra Nevada y en la sierra La Culata, o por caminos
de recuas en lo que hoy día es el estado Trujillo. En el primer caso se comunicaba
el piedemonte y los altos llanos con el sur de la laguna de Maracaibo, concretamente
con el puerto de Gibraltar; y en el segundo caso se arribaba a la parte
oriental de dicha laguna, en el puerto de Moporo. Una de las vías más
transitadas era el conocido camino de Los Callejones, tramo de la principal
ruta que enlazaba a Mérida con la localidad de Barinas, desprendida del camino real Interandino a la altura de Apartaderos.
Si bien tales rutas eran claves para el comercio barinés del periodo colonial, no estaban libres de obstáculos, considerando ciertos factores geomorfológicos, climáticos e hídricos: alturas considerables, derrumbes, nevadas, crecidas repentinas y otros. A esto hay que agregar que numerosos vecinos se quejaban de las largas distancias y del excesivo tiempo invertido en su recorrido (en especial durante las lluvias), y de la elevada carga tributaria para navegar la laguna de Maracaibo. Este último elemento generaba gran preocupación en la élite local, pues el cuerpo de agua mencionado era vital, por ejemplo, para el transporte del tabaco a Maracaibo, Caracas, otras partes del Imperio español y Europa. En este contexto había la necesidad creciente para Barinas, de separarse de la provincia de Mérida de Maracaibo, teniendo en cuenta, además, la ocupación hispánica progresiva de la cuenca del río Orinoco, que prometía, entre otras cosas, el auge del comercio fluvial en esta región.
Finalmente
fue creada la comandancia de Barinas, abarcando buena parte del territorio de
lo que hoy son los estados Barinas, Apure y Portuguesa. Factores geográficos,
económicos y militares fueron decisivos para que el rey de España decretara su
erección:
“
(…) por la distancia en que se haya así de la capital de Maracaibo como las de
Caracas, Guayana y Casanare (…) por lo intransitable del camino, con peligrosos
ríos y paramos (…): por tanto deseando evitar los relacionados prejuicios y que
la agricultura y comercio de la vasta jurisdicción de Barinas tengan todo el
comercio de que es susceptible por la fertilidad de sus terrenos y proporciones
que brindan sus diversos ríos navegables que atraviesan a aquellos países y
entran en el Orinoco (…), he resuelto separar del Gobierno de Caracas la ciudad
de Trujillo y su jurisdicción agregándola al de Maracaibo y segregar de éste la
jurisdicción y ciudad de Barinas erigiendo por ahora y hasta nueva providencia
en Comandancia separada todo su distrito”.
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