Las comunicaciones entre Mérida y Barinas (primera década del siglo XIX)

 

Rubén Alexis Hernández

 

A continuación se transcriben algunos extractos de la información aportada por varios funcionarios coloniales de Mérida, relativa a las comunicaciones entre Barinas y lo que hoy es el estado Mérida en la primera década del siglo XIX. Se hacía énfasis en las condiciones e importancia del conocido camino de Los Callejones.

 

“(…) Que sabe, y le consta que los Callejones que hay en el camino de esta ciudad á la de Barinas pertenece casi por mitad á una y otra jurisdicción (…)

(…) Que también es notorio que no obstante el mal terreno de dichos Callejones los trancitan diariamente arrieros que no solo llevan y traen quarenta y cinquenta mulas, sino ochenta y hasta ciento, con toda clase de cargas (…)

(…) Que es igualmente público y notorio que trancitan dichos Callejones hasta mujeres las mas principales que se han casado de aquella en esta y de esta en aquella, y también varias niñas que han venido á tomar el hábito en el convento de esta ciudad sin que (…) hayan recibido el más mínimo quebranto ni avería (…)

(…) Que cualquier Señor Iltmo. ú otra persona por mucho que sea la conveniencia y despacio con que quiera ir, podrá llegar á la propia ciudad de Barinas, lo mas en el término de los cinco días (…)

(…) Que notoriamente hay dentro de esta jurisdicción caminos mucho mas peores que el de los Callejones (…) por donde no todas personas pueden transitar (…)

(…) Que le consta al declarante que no solo se ba á Barinas por el camino de los Callejones, sino también por Aricagua, el Quinó, Curbatí y Santa Bárbara.

(…) Que es cierto que por Truxillo se entra á Barinas por Boconó, Caldera y la Pica (…)

 

En la fotografía se aprecia parte de uno de los caminos que han comunicado a Mérida con Barinas. Esta vía parte de la localidad altoandina de Gavidia. Archivo fotográfico de Rubén Hernández, 17-12-2006.


(…) Finalmente fue repreguntado si por los Callejones se pueden traer á esta ciudad ganados mayores y menores, y dijo: Que ha sido y es tan frecuente esto quanto que están libres de las pérdidas considerables que se experimentan por los demás caminos; que el declarante lo ha hecho, y aun tiene muy presente que su padre extrajo de Barinas docientos novillos por dichos Callejones, y que hasta la plaza de esta ciudad solo perdió una; que también se traen toda especie de bestias, y que de aquí allá han llevado hasta ovejas con ser que es el animal mas delicado que hay para caminar; como igualmente que el D.D. Rafael Ruiz Valero vino enfermo de gravedad en silla de manos por dichos Callejones (…)

 

(…) aunque los caminos son algo ásperos, porque nunca se han compuesto con mediana normalidad, se trajinan con mucha frequencia por gentes de todas edades y sexos á pié y á caballo, y para llegar á los términos de su jurisdicción apenas se podrán gastar de dos días y medio á tres desde esta ciudad, yendo con toda comodidad. Y lo que llaman aspero del camino solo es en los medios, y el resto es de buen camino y transitable (…)”.  Antonio Ramón Silva (compilador). Documentos para la historia de la Diócesis de Mérida. Mérida: Imprenta Diocesana, 1910, pp. 33-34, 39-41,48.

 


 

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