Apunte histórico de Cacute
Rubén
Alexis Hernández
-Capital
de la parroquia del mismo nombre en el estado Mérida, que tiene su asiento en
el valle alto del río Chama, a orillas de la carretera Trasandina, y es un
punto más o menos intermedio entre las localidades de San Rafael de Tabay y
Mucurubá, aunque más cercano a esta última.
-Durante
el periodo prehispánico habitaban en los alrededores de lo que hoy es Cacute algunos indígenas, con características
materiales y simbólicas parecidas a los aborígenes del resto de los Andes merideños. Para su
sustento diario dependían en gran medida del cultivo de algunos tubérculos, leguminosas y
maíz; ocasionalmente consumían la carne de
animales como el
venado, el conejo
y algunas aves abundantes
en la zona.
Su alimentación era
complementada con especies obtenidas por intercambio con indígenas de otras partes del valle del Chama y del
occidente “venezolano”. No se consideraban propietarios de la tierra, al menos en el sentido
moderno de la propiedad agraria, sino que la usufructuaban colectivamente en
beneficio evidente de todos los miembros de la comunidad. Vivían en chozas o bohíos
generalmente de forma circular y construidos en base a piedras y otros materiales presentes
en el área. Desde el punto de vista espiritual, los
antiguos pobladores de
Cacute sacralizaron lagunas,
páramos, cumbres y
otros elementos
geográficos, y creían
que en tales
espacios moraban ciertas
entidades sobrenaturales encargadas de la protección de los mismos.
Consideraban los aborígenes que dichas entidades eran capaces de beneficiarlos
o perjudicarlos en su vida cotidiana, y por tanto recurrían a la celebración
periódica de rituales y a la entrega de ofrendas para ganarse su buena
voluntad.
-Para la
segunda mitad del
siglo XVI algunos
conquistadores europeos ya
tenían conocimiento de la zona de Cacute, y no pasará
mucho tiempo para que dicho territorio sea
incorporado jurídicamente a
la Corona Española.
En lo sucesivo
Cacute estará sujeto a la implantación estructural
requerida para la formación
del orden colonial, proceso en el que la Encomienda jugará un
papel esencial, concretamente en cuanto a la necesaria
concentración espacial de
los indígenas de
acuerdo a las
ordenanzas de poblamiento
emanadas por la Corona. Téngase en cuenta que además de los naturales de la
localidad, serán encomendados
aborígenes asentados
montaña adentro (principalmente en la vertiente sur de la
Sierra Nevada, hacia los lados del piedemonte
andino-llanero). Pero si bien para el año 1602 ya se hacía
referencia al repartimiento o pueblo de encomienda de Cacute, con Hernando
de Alarcón como encomendero, la ubicación del mismo no era precisamente la de
la localidad actual, característica que dificultaba
la evangelización de
los indígenas y
su control por
parte de los colonizadores. Para solventar esta situación
se ordenó la agregación de Cacute al pueblo principal de Mucurubá en 1619, situándosele a
orillas del camino real interandino, aproximadamente en el lugar que aún ocupa. A
partir de este año Cacute pertenecerá a Mucurubá, y recién en 1986 será separado
administrativamente al crearse el Municipio Foráneo Cacute. Con lo
apuntado en este
párrafo se desmiente que
Manuel Valero Pacheco haya sido el “fundador” de Cacute a
finales del siglo XVIII, según lo indican algunas versiones.
-Destáquese que durante el periodo colonial de
Cacute la agricultura continuaba como el principal medio
para la obtención
de los alimentos
cotidianos; mientras tanto
la actividad pecuaria tenía cierta importancia con la crianza de ganado
mayor y menor y de aves
de corral. Además
de las especies prehispánicas, eran
cultivadas cereales, leguminosas, hortalizas y frutas introducidas
por los colonizadores. Sobresalía en este apartado
el trigo
y su harina,
cuya comercialización trascendía
la jurisdicción de Mucurubá y representaba una importante
fuente de ingresos, en especial para españoles
y criollos (propietarios de estancias y
molinos). A pesar de la importancia de este cereal en la
zona, incluso en
el ámbito simbólico,
es importante acotar
que su manejo agroecológico inadecuado
llegará a ser
muy perjudicial para
los suelos locales, particularmente para los de ladera, bien
proclives a la erosión. De todo ese auge triguero no quedan sino los recuerdos y algunas huellas
materiales (como eras y molinos).
- Desde el punto de vista religioso, el
cristianismo desplazó parcialmente a las antiguas creencias
mágico-religiosas, y representó
un elemento clave
de la colonización en Cacute, no sólo por la conversión
espiritual de los indígenas, sino por el ordenamiento territorial derivado de la agrupación de
aborígenes en torno a una iglesia, en este caso la de Mucurubá. Evidentemente el cristianismo
se consolidó y trascendió en el imaginario colectivo, englobando hoy día a
festividades como la que se realiza en honor al Santo Niño de Cacute.

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