El fragor de la guerra independentista en la Mérida de 1813
Rubén Alexis Hernández
Mayo
es un mes de gran significación histórica para el occidente venezolano, en
especial para la provincia de Mérida y
su capital, considerando el paso de Bolívar proveniente de lo que hoy es Colombia,
y su arribo el día 23 a la ciudad de Mérida. Hecho ocurrido en el marco de lo
que luego se conocerá como Campaña Admirable, mediante la cual se buscaba
recuperar el terreno perdido tras la reciente caída de la llamada Primera
República en los inicios de la guerra independentista. Y si bien la sociedad
merideña en general fue conservadora hasta poco tiempo atrás, fiel en buena
medida a la Corona española, demostró a partir de 1813 su claro deseo por
luchar en pro de la independencia venezolana, claramente conscientes que no
había punto de retorno.
En
el fragor inicial de la Guerra de Independencia numerosos merideños se vieron
involucrados, y poco a poco se irán acostumbrando a la lucha armada tanto en territorio
andino como en otras partes de Venezuela. Al momento de llegar Bolívar a la
ciudad de Mérida, ya los criollos proindependentistas se habían enfrentado en
sangrientos combates con los realistas, derrotando a éstos a pesar de la
motivación que les ofrecía su control militar de buena parte de Venezuela. Y
esta situación fue brevemente descrita y aplaudida por quien luego será
conocido como El Libertador, en un emotivo discurso patriótico y motivador ante
la municipalidad de Mérida, seguramente días después de su arribo por primera
vez a la capital de la provincia andina:
“Permitidme,
señores, expresaros los sentimientos de júbilo que experimenta mi corazón al
verme rodeado de tan esclarecidos y virtuosos ciudadanos, los que formáis la
representación popular de esta patriótica ciudad, que por sus propios esfuerzos
ha tenido la dicha de arrojar de su seno a los tiranos que la oprimían, en el
glorioso día del 18 del mes pasado, y de recobrar los sagrados derechos de la
soberanía que había perdido con la
inicua invasión que hicieron a este Estado los bandidos de la España que
infestaban y tienen todavía sujeta una parte de la Confederación Venezolana (…)
Aceptad,
ilustres merideños, las congratulaciones que, a nombre del Congreso de la Nueva
Granada, tengo el honor de haceros, reponiéndoos en el uso de vuestra
autoridad, que sin duda será ejercida con la dignidad que corresponde a un
gobierno independiente (…)
Tengo
la honra de poner en vuestras manos el título de mi comisión, que como veréis
no tiene otro objeto que amparar al americano y exterminar al español; destruir
el gobierno intruso y reponer el legítimo; y en fin, dar libertad a la
República de Venezuela”
Comentarios
Publicar un comentario