Lagunillas en fuentes coloniales y republicanas
Rubén Alexis Hernández
Valga este escrito (cita parcial de algunos
textos) a propósito de la celebración de las fiestas
en
honor a San
Isidro Labrador, cada
15 de mayo
en Lagunillas y
otras localidades
merideñas.
“(...)
yndios de buena
distinción y pacíficos
(...) toda junta,
por sus barrios,
muy
acompañada
de grandes y
fructíferos árboles en
que entraban curas,
guayabas,
guaymaros, caymitos, ciruelos,
piñas y otros géneros de árboles que
sólo servían de
acompañar y hermosear los pueblos, y
juntamente con esto tenían junto a sus casas
hechos muchos corrales en que criaban
paujíes, pavas y tórtolas y otros muchos géneros
de aves de diversos colores, que a las
puertas de sus casas tenían, que daban muy gran
lustre a la población de estos bárbaros.
Demas de esto, los indios en su manera de vivir,
traían sus personas ricamente aderezadas
con mucha plumajería y cuentas blancas y
verdes, y mantas de algodón, y cierto
género de chagualas de hueso, y grandes collarejos
hechos asimismo de huesos, con la negregura
de sus cuerpos, que son muy morenos, y la
blancura de los aderezos que sobre sí
traían, les hacía parecer muy bien y daba muestras
de ser gente aventajada y respetada de los
demás indios de esta provincia de Sierras
Nevadas, como en la verdad lo son, por
respeto de cierto lago o laguna que estos indios
tienen en su tierra” (Descripción de Lagunillas y su gente por
Fray Pedro de Aguado,
segunda mitad del siglo XVI).
Croquis de Lagunillas en 1602. Fuente: Edda Samudio, "Los pueblos de indios de Mérida", en Edificar. Mérida: ULA, nro.1, 1997, p. 44.
“El
jueves 27 partimos del sitio nombrado el Anis, y llegamos al pueblo de indios
de la
Lagunilla (...), está una pequeña laguna
que da el nombre al pueblo, esta laguna que
bordea como una milla tiene tanta
profundidad desde sus bordes que para entrar en ella
se sirven de barquillos de mimbres; del
barro o lama del fondo de su centro extraen los
indios del pueblo y no otros, una especie
de salitre que en este Reino llaman jurado, de
que venden a real la libra (...) esta sal
tiene grande uso en estas partes porque sirve para
cuajar o mantener el vigor de una sustancia
que por cocimiento, extraen de las hojas del
tabaco de que resulta una masa, que (...)
llaman (...) ambir, o chimó (...). A media legua
de
esta laguna está
el pueblo en un amenísimo
sitio de mucha
arboleda, huertas y
frutales de las del país. Aquí compramos un
carnero por 8 reales y abunda mucho más el
ganado cabrío” (Según el viajero Miguel de Santiesteban, a
comienzos de la década de
1740).
“El
pueblo de Lagunillas de la cleresia con iglesia de paja (...), su temperamento
calido,
pero sano, y ameno, produce de todos frutos
de tierra caliente, caña, maíz, plátanos,
yucas y muchas frutas. Se dan en su
distrito muchas parras, de modo, que alli no tiene el
Cura que comprar vino para celebrar (...).
Tiene también algunas haciendas de cacao, y
también produce algodón, y hay algunos
trapiches, en que fabrican bastantes dulces.
Tendrá cien indios, y cincuenta vecinos
blancos” (Relato del sacerdote Basilio Vicente
de
Oviedo, década de 1760).
“La
Parroquia de Lagunillas (…). Contiene 1.443 habitantes y como 216 casas de paja
y
8 de teja tiene una iglesia regular
adornada (…). Sus habitantes se dedican al cultivo del
mais, platanos y
menestras; produce buen cacao,
cafe y caña pero la
falta de agua
suficiente no permite estas plantaciones en
numero considerable. Crian algún ganado
bacuno
yeguas y burros
aunque en corto
numero y mayor
de obejas y
cabras que
produsen
bastante en todos
sus alrrededores. Tambien
se dedican a
la fabrica de
fresadas, cabullas de fique y
alpargates (…). Su comercio y trafico
es con las demas
parroquia de su canton y los de Mérida y
Bailadores (…). Dentro de la misma
parroquia
asia el occidente esta cituada la laguna de
Urao (…) pertenece al Estado y de ella se
extrae el
mineral llamado Urao que prinsipalmente se aplica
para la confeccion del
chimo
y Moo; pero
igualmente tiene otras
ocupaciones presiosas en
la Quimica,
Medicina
y Veterinaria (…)” (Lagunillas
según Juan de
Dios Picón, comienzos
de la
década de 1830).
“La
Capital del Distrito es Lagunillas, que es también la cabecera del municipio de
su
nombre (…). Debe su nombre a la laguna, a
cuyas orillas está situada la población (…).
Es
célebre esta laguna
por el mineral
de Urao que
produce (…). El
municipio de
Lagunillas tiene 788 casas y 6.183
habitantes, de los cuales 2.949 son varones y 3.234
hembras. Pertenecen al municipio las aldeas
de Sabana, Caña Brava, El Pico, La Huerta
y el Playón”
(Lagunillas en la segunda mitad de la década de 1920, según Fernando Benet).
“El Municipio SUCRE cuya Capital es la población de Lagunillas, tiene
los Límites
siguientes:
Por el Norte: El Municipio Andrés Bello
(…). Por el Este: el Municipio Campo Elías
(…). Por el Sur: el Municipio Arzobispo Chacón (…). Por el Oeste: los Municipios
Antonio Pinto Salinas y Alberto Adriani
(…)” (Límites actuales del municipio Sucre).
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